Stephen Hawking «Dispara» a las estrellas

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Stephen Hawking y el Proyecto Starshot

alfa-centauri-starshot-viajeros-en-el-tiempoUno de los astrofísicos más relevantes del planeta, Stephen Hawking, autor de numerosos estudios sobre el cosmos y pionero en la investigación de los agujeros negros, ha apadrinado el programa más audaz de la exploración espacial de las últimas décadas. El Proyecto «Starshot«, impulsado por el multimillonario ruso Yuri Milner, aspira a lanzar al espacio micronaves espaciales y equipadas con ‘nanorobots’, con destino a la última frontera: el sistema estelar Alfa Centauri, a 40 billones de kilómetros de la Tierra.

La presencia de Stephen Hawking y el respaldo del fundador de Facebook, Mark Zuckenberg, han dado credibilidad a este escenario de «ciencia ficción» que, según el científico británico, puede ser realidad en una generación: un equipo de láseres catapultarían al espacio las naves, del tamaño de una tarjeta de crédito, y sin embargo equipadas con micropropulsores de fotones, nanocámaras y sistemas de comunicación.

Captura de un video facilitado por Breakthrough Initiatives que muestra un grupo de rayos láser que apuntan a una nave espacial ultraligera (fuera de imagen).

Según Yuri Milner, que fue bautizado así en honor al cosmonauta Yuri Gagarin, las naves serían capaces de viajar por este sistema a un quinto de la velocidad de la luz y llegar al sistema estelar en el plazo de 20 años. El magnate de la tecnología ruso, fundador de Digital Sky Tecnologies, ha puesto 100 millones de dólares en el proyecto, integrado en Breakthrough Initiatives, el programa para la búsqueda de vida extraterrestre que ya fue respaldado por Stephen Hawking el pasado año en la Royal Society de Londres.

«Lo que nos hace únicos a los humanos es nuestra capacidad para trascender nuestros límites«, dijo Stephen Hawking, en la presentación del Proyecto ‘Starshot‘ (literalmente «Disparo a las estrellas») en Nueva York. «El último límite es el que se interpone entre nosotros y las estrellas, y con tecnologías como la ‘vela de luz’ de rayos láser podemos tal vez acercarnos a esa meta en la próxima generación». «Las probabilidades de encontrar vida extraterrestre en un plazo de 20 años son muy bajas, probablemente», bromeó el físico británico. «Pero será un gran paso en el cosmos. Somos humanos y nuestra naturaleza es volar».

El físico y matemático Freeman Dyson, de la Universidad de Princeton, se refirió al programa ‘Starshot‘ como un cambio definitivo de estrategia en la exploración espacial. Freeman Dyson recordó cómo casi todo lo hecho hasta ahora ha sido siguiendo la estela de los exploradores europeos que llegaron al «nuevo mundo», cargados de naves pesadas.»Pero hay otra estrategia que funciona, como demostraron los navegantes de las islas del Pacífico incluso antes de la llegada de Colón a América», recordó Dyson. «Mandemos muchas naves, más pequeñas y más rápidas, y así multiplicaremos las probabilidades de llegar», argumenta.

Stephen Hawking una vez más nos sorprende apadrinando proyectos innovadores, desde Viajeros en el Tiempo seguimos de cerca sus descubrimientos en materia de astrofísica. Todavía recuerdo cuando con unos cuantos años menos me asombraba con sus teorías para viajar en el tiempo, y me alucinaba cómo podía ir describiendo fenómenos complejos cómo el colapso de una estrella de forma entendible. Si hay un personaje que ha inspirado Viajeros en el Tiempo sin duda es Hawking. Creo que todavía hay algunos documentales muy recomendables en las secciones de teorías que abordan multitud de temas basados en sus hipótesis e investigaciones.

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¿Te gustaría entender sus teorías acerca de la formación del universo o de los agujeros negros?

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Formación de recuerdos y la antimemoria

Una vez más nos basamos en un artículo de Yaiza Martínez para poder explicar una reciente teoría sobre la formación de recuerdos en nuestro cerebro:

Cuando vivimos cualquier experiencia (vemos un objeto, aprendemos a conducir, nos llevamos un susto), en nuestro cerebro se forma una “traza neuronal” o circuito neuronal exclusivo de dicha experiencia; una “huella” cerebral única que constituye ‘una memoria’ de esa experiencia. En principio, así se forman los recuerdos en nuestro cerebro.

Por ahora, se sabe que este proceso puede dar lugar a varios tipos de memoria (a corto o largo plazo), que en cierta manera está relacionado con las emociones; y además que tiene una sorprendente materialidad intrínseca (por ejemplo, se ha logrado grabar la producción de proteínas en las conexiones neuronales o sinapsis en el momento de la creación de un recuerdo).

funcionamiento-memoria-viajeros-en-el-tiempo--Por otra parte, está la antimateria. No parece que tenga mucho que ver con los recuerdos, pero enseguida entenderemos la relación. En física, se denomina antimateria a una forma de materia constituida por antipartículas, esto es, por partículas como las de la materia corriente, pero con carga opuesta.

Así que la antimateria es como una “imagen espejo” de la materia: En lugar de electrones, tiene antielectrones o positrones (electrones con carga positiva); y en lugar de protones, tiene antiprotones, que son protones con carga negativa.

El hallazgo de la antimateria fue uno de los descubrimientos más interesantes de la física del siglo pasado, pues aumentó nuestra comprensión del universo y de las leyes de la física. Según los científicos, en el origen del universo existían materia y antimateria en iguales proporciones, aunque luego la materia “triunfó” sobre la antimateria por causas aún no del todo aclaradas, y eso ha hecho posible, entre otras cosas, que hoy estemos aquí escribiendo-leyendo este artículo.

Pues bien, ahora se está proponiendo una explicación para la memoria muy cercana al concepto de antimateria: investigadores de la Universidad de Oxford y del University College London (UCL) señalan que existe la antimemoria, es decir, que cuando se crean nuevas conexiones entre neuronas (en la formación de un recuerdo), al mismo tiempo se genera un patrón de actividad eléctrica neuronal exactamente opuesto a esa ‘traza neuronal’ nueva.

Los científicos creen que, de esta forma, mediante la ‘antimemoria’, el cerebro mantiene el equilibrio de su actividad eléctrica general. Esta teoría viene respaldada por investigaciones realizadas con ratas y ratones y con modelos matemáticos, informa The Conversation.

Como hemos dicho, cuando aprendemos algo, aumentan las conexiones entre las neuronas (aumento de la excitación). A pesar de ello, los niveles de actividad eléctrica cerebrales se mantienen normalmente fina y delicadamente equilibrados. Esto es necesario para la salud del cerebro, pues las alteraciones en ese equilibrio eléctrico están relacionadas con trastornos cognitivos como el autismo o la esquizofrenia.

Los científicos creen, por tanto, que la formación de antimemorias es un segundo proceso cerebral vinculado al aprendizaje, cuyo papel es reequilibrar la excitación neuronal y mantener todo el sistema bajo control. Así, del mismo modo que hay materia y antimateria, existiría una antimemoria para cada recuerdo, que inhibiría una excesiva actividad eléctrica cerebral; aunque sin borrar el nuevo recuerdo.

Destapando el recuerdo inhibido

Las evidencias sobre la existencia de antimemorias hasta ahora solo nos habían llegado de experimentos con animales, en los que se grabó directamente el interior del cerebro de estos con electrodos. Como este tipo de experimentos no puede hacerse con humanos, hasta la fecha no existían pruebas de antimemoria en nuestra especie.

Pero los investigadores de Oxford y UCL han ideado un ingenioso método para determinar si la memoria humana funciona de esta forma. Lo explican en un artículo recientemente publicado en la revista Neuron,

Ellos ya han probado este método: pidieron a una serie de personas que aprendieran una tarea para crear en ellas un nuevo recuerdo. Unas horas después de este aprendizaje, exploraron los cerebros de dichas personas usando una tecnología poco invasiva: la resonancia magnética funcional.
memoria-recuerdos-viajeros-en-el-tiempoEntonces no hallaron ningún rastro (eléctrico) de la formación del recuerdo, pues la antimemoria ya había hecho su efecto. Después aplicaron un flujo débil de electricidad en el área del cerebro donde se había formado la memoria y la antimemoria (para esto usaron otra técnica segura llamada ‘Estimulación de Corriente Directa Transcraneal’), que les permitió reducir la actividad cerebral inhibitoria en esta área -interrumpir la antimemoria inhibitoria-.

Esto reveló la ‘huella’ de actividad eléctrica neuronal correspondiente al recuerdo oculto. En otras palabras, reducir la antimemoria permitió hacer resurgir la huella del recuerdo, inhibido en primer lugar por dicha antimemoria.

Implicaciones

Así que parece que en los seres humanos, como en los animales, las antimemorias también resultan críticas para evitar una potencialmente peligrosa acumulación de excitación eléctrica en el cerebro.

Se cree además que las antimemorias podrían desempeñar un papel importante en la detención de la activación espontánea de recuerdos que subyace a la confusión y a ciertos problemas mentales graves.

En última instancia, según han señalado algunos medios, el descubrimiento de antimemorias podría ser tan importante para la neurología como lo fue para la física el pasado siglo el descubrimiento de la antimateria. El tiempo lo dirá.

Referencia bibliográfica:

H.C. Barron. , T.P. Vogels, U.E. Emir, T.R. Makin, J. O’Shea, S. Clare, S. Jbabdi, R.J. Dolan, T.E.J. Behrens. Unmasking Latent Inhibitory Connections in Human Cortex to Reveal Dormant Cortical Memories. Neuron (2016). DOI: 10.1016/j.neuron.2016.02.031.

Gracias a la redactora Yaiza Martínez de Tendencias21.

Ondas gravitacionales para todos

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Las ondas gravitacionales

¿Qué son? Son ondulaciones concéntricas que encogen y estiran la ‘tela’ del espacio-tiempo mientras viajan a la velocidad de la luz. Se originan por eventos muy violentos, como la fusión de dos agujeros negros. Este sería el caso de la primera onda gravitacional detectada: GW150914.

¿Quién fue el primero en pensar en ellas? La existencia de estas ondas la predijo Albert Einstein hace un siglo. Son consecuencia de su teoría general de la relatividad, donde se plantea que el espacio-tiempo es curvo y que objetos con masa muy acelerados cambian la curvatura de ese espacio-tiempo y producen ondas gravitacionales.

¿Cuándo y dónde se han detectado? El 14 de septiembre de 2015 a las 11:51 (hora europea de verano) por los dos detectores gemelos del Observatorio por Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO, por sus siglas en inglés), en EE UU.

¿Es la primera vez que se han visto? Aunque los científicos ya habían deducido su existencia, hasta ahora no se habían podido detectar directamente. Hace más de 50 años que diversos experimentos en todo el mundo (como LIGO en EE UU y VIRGO en Europa) han tratado de conseguir la prueba experimental. Ha sido muy difícil encontrarlas debido a que sus amplitudes son extremadamente pequeñas y los grandes eventos que las producen son poco frecuentes. Aunque son causadas por el movimiento de la masa, la mayoría son tan débiles que no tienen ningún efecto medible.

¿Por qué son tan tenues las ondas gravitacionales? Cuando se producen eventos cósmicos violentos, hacen que el tejido del espacio vibre como un tambor. Las ondulaciones del espacio-tiempo emanan en todas direcciones, viajando a la velocidad de la luz y distorsionando físicamente todo a su paso. Pero cuanto más se alejan estas ondas de su origen, más pequeñas se vuelven. Una distorsión inicial en el espacio de varios kilómetros causada por ellas se queda reducida a solo una fracción del tamaño del protón cuando llega a la Tierra.

¿Cómo se han detectado? Para que la tecnología actual haya podido detectarlas se han tenido que buscar aquellas –todavía extremadamente tenues– irradiadas a través del cosmos desde sucesos extremadamente violentos, como las explosiones de estrellas y colisiones de agujeros negros. Solo laboratorios como LIGO, equipados con instrumentos láser de ultraprecisión, son capaces de detectarlas a través de las pequeñísimas perturbaciones que provocan en los haces de luz de sus detectores.

¿No hubo ya un anuncio sobre estas ondas hace un par de años? En 2014 el equipo del telescopio BICEP2 anunció haber descubierto un tipo especial de ondas gravitacionales: las primigenias que surgieron tras el Big Bang. La huella que dejaron en la denominada radiación de fondo de microondas (CMB) es lo que se supone observó ese telescopio desde la Antártida. Pero los datos del satélite Planck confirmaron que aquellos resultados no tuvieron en cuenta el polvo galáctico, por lo que no eran válidos. A corto plazo LIGO no tiene la capacidad de detectar esas ondas gravitacionales primigenias, por lo que habrá que seguir confiando en instrumentos como BICEP2.

¿De qué vale haber detectado por fin ondas gravitacionales? Estas ondas proporcionan información sobre los objetos que las producen, los eventos más violentos del universo como las supernovas o las colisiones y fusiones de agujeros negros y estrellas de neutrones. Su detección abre el universo a investigaciones completamente nuevas, además de facilitar el camino del Premio Nobel a sus descubridores.

Fuente: www.agenciasinc.es[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row row_type=»row» use_row_as_full_screen_section=»no» type=»full_width» angled_section=»no» text_align=»left» background_image_as_pattern=»without_pattern» css_animation=»»][vc_column][vc_empty_space][vc_column_text]

Os dejamos algunos libros sobre física relacionados.

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