Las dos primeras entregas de Harry Potter tuvieron críticas mixtas, sin embargo, la aceptación del mundo mágico en el cine por parte de los fanáticos siguió en crecimiento. Y más aún, con la tercera entrega de la mágica saga.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban nos presenta un nuevo peligro para el joven hechicero, un misterioso mago ha escapado de la prisión de Azkaban y planea buscar y asesinar a Harry, a todo esto se le suma una hilo de diferentes situaciones que se le presentan a nuestro protagonista.
Todos esto hará que juntos a sus amigos intente remediar las cosas, y (como todos sabemos) ¿qué mejor manera de arreglar el pasado que con un viaje en el tiempo?
Viaje en el tiempo: Un collar que controla a qué tiempo ir
Así es, en el maravilloso mundo de Harry Potter, el viaje en el tiempo se desarrolla gracias a un pequeño artefacto que puede pasar desapercibido sin más, ya que ¿quién podría imaginarse que el collar que llevas a todas partes pueda ser una máquina del tiempo? (bueno, quizás en Hogwarts más de uno podría haberlo imaginado).
Sin embargo, el viaje en el tiempo que se desarrolla en esta película se encuentra sujeto a bastantes limitaciones. Se trata de esos viajes donde los hechos son inalterables, donde las cosas que ya ocurrieron no pueden cambiarse, la continuidad del tiempo no puede ser interrumpida ni alterada de ninguna manera.
En pocas palabras, todo está predestinado; y traemos a colación una excelente película llamada Predestinación, si crees que con los viajes en el tiempo todo puede cambiarse, entonces échale un ojo y sorpréndete.
Inalterabilidad temporal
Volviendo con Harry, hay muchas cosas curiosas relacionadas con haber usado el viaje en el tiempo para el desarrollo de la historia.
Lo primero ya lo hemos mencionado, la inalterabilidad del flujo temporal, lo que ocurrió no puede ser cambiado, debe ocurrir sin más, el tiempo es absoluto e inalterable.
Otra cosa curiosa en si es el artefacto con el que Hermione y Harry viajan tres horas al pasado para evitar que todas las tragedias ocurran. El collar conocido como “Gira-Tiempo” es simplemente un delicado collar que posee dos aros y una especia de reloj de arena en el centro, el cual funciona dándole unos pequeños giros para determinar cuánto tiempo se quiere regresar (como se puede visualizar en la película).
Podemos suponer que estos artefactos solo funcionan para regresar algunas horas en el tiempo, llevando tu cuerpo físico al pasado, donde coexistirás con tu otro yo del pasado; podemos ver como Hermione a lo largo de la película hace uso del dispositivo para poder asistir a más clases (como buena “chica nerd” que es), pero no es sino hasta el clímax de la película donde nos presentan el artefacto.
Otro punto interesante de este tipo de viaje en el tiempo que el mundo mágico de Harry Potter nos presenta es el hecho de las cosas no pueden ser alteradas en el estricto sentido de la palabra. Recurso del que se valen nuestros protagonistas para poder evitar que sucedan diferentes tragedias.
Todo esto puede verse en las diferentes escenas de esta parte de la película: Hermione golpeando con una pequeña roca, salvando a Buckbeak de las manos del verdugo (y explicando que lo que en el pasado vieron no era su ejecución como nos hacen creer), luego Hermione vuelve a salvar a sus amigos y a sí misma aullando para evitar que Remus (transformado en hombre lobo) los ataque, y por ultimo Harry salvando a Sirius y a sí mismo de los dementores.
Todo esto es bastante evidencia de la inalterabilidad del tiempo en esta película, cerca del final Harry y Hermione llegan exactamente al mismo punto del que partieron dejando todo tal y como esta “sin” alterar nada.
Sencillamente espectacular manejo de este recurso para la historia, es innegable que esta película es una de las mejores entregas de la mágica saga, marcando grandes logros tanto en historia, como en adaptación y en su majestuosa dirección.
