En física se descubrió que se ha podido comprobar que el gato de Schrödinger no sólo vive en los sistemas no orgánicos, sino que también habita en sistemas biológicos.
Este fue un experimento imaginario el cual fue propuesto por el científico Erwin Schrödinger, el cual se utilizó para explicar algunos de los aspectos más complejos y contra intuitivos de la mecánica cuántica.
Por medio de una investigación se logró hallar que El gato de Schröndinger habita en sistemas biológicos como el de la fotosíntesis, también exhiben los mismos efectos que en la materia inerte. Científicos de la Universidad de Groningue en Holanda, lograron observar por medio de este experimento, los efectos sobre una bacteria sensible a la luz.
¿En qué consiste el gato de Schödinger?
El experimento se basa en un gato colocado dentro de una caja la cual no se puede ver su contenido en el interior cuando está cerrada. Dentro de la caja hay una botella de gas venenoso y un recipiente que contiene una partícula radiactiva con un 50% de probabilidades de desintegrarse.
Al final, el gato tiene 50% de probabilidades de morir y 50% de vivir. En la vida real, el gato estará vivo o muerto antes de abrir la caja y observar su condición, sin embargo, en la mecánica cuántica el gato se puede encontrar en los 2 estados al mismo tiempo, lo que se denominada superposición de estados.
Esto sólo se puede ver interrumpido al abrir la caja y observar el estado en el que realmente se encuentra el gato.
El colapso de la función onda, la cual representa el estado físico de un sistema de partículas, se da, una vez este haya sido medido, y la misma materia puede variar de forma abrupta al realizar este proceso. Uno de los aspectos más difíciles de explicar en mecánica cuántica.
El hecho de que materia se halle en todas las posibilidades de estado antes de que la observación perturbe su condición ha significado una gran incógnita que se ha debatido durante años por científicos.
¿Es posible que esto suceda en sistemas biológicos?
Hasta ahora no se había podido determinar si era posible. Durante mucho tiempo se ha debatido los efectos de la mecánica cuántica sobre los sistemas biológicos, hasta que un grupo de científicos llevaron a cabo diversos experimentos para comprobarlo si estos realmente pueden llegar a ser.
Anteriormente ya se habían realizado otros experimentos para determinar si el gato de Schröndinger se podía encontrar en sistemas biológicos, los mismos arrojaron buenos resultados, aunque no resultaba una evidencia lo suficientemente válida para comprobar si esto es cierto.
Utilizaron moléculas de bacterias que podían ser excitadas por la luz. Las mismas moléculas al ser polarizadas tuvieron variaciones, sin embargo, sólo duraban 1 pico segundo aproximadamente, lo que no iba acorde con la teoría de la mecánica cuántica en la cual esta superposición duraba más.
Esto llevó a un grupo de científicos, representados por el físico Thomas la Cour Jansen, a profundizar en la cuestión hasta constatar si era posible la superposición en los sistemas biológicos. Tomaron una bacteria de azufre verde implicadas en la fotosíntesis y las polarizaron para ver los efectos que esta acción tenía sobre las partículas.
Dos de estas partículas lograron excitarse durante el tiempo necesario para demostrar que si se pueden producir efectos cuánticos en sistemas de este tipo, tiempo necesario como el que indica la teoría de la mecánica cuántica.
Estos fueron suficientes para comprobar una variación como la que ocurre dentro del universo de la cuántica., siendo que estas moléculas oscilaban de una manera específica.
«Encontramos efectos cuánticos que duraron precisamente tanto como uno esperaría teóricamente y probamos que estos pertenecían a energía superpuesta a las dos moléculas simultáneamente», declaró Jansen a la revista Nature Chemistry.
Estas moléculas pertenecían a energías halladas en una superposición, lo mismo que sucede en el experimento de Schrödinger. A raíz de esto, los científicos seguirán realizando investigaciones para poderlos aplicar en otros diferentes sistemas biológicos.
Esto puede significar un gran avance para la ciencia. Los investigadores podrán utilizar los mismos métodos para poder desarrollar sistemas beneficiosos para la humanidad como el de la energía solar y ordenadores cuánticos que abran las puertas a posibilidad de generar nuevos algoritmos, una gran noticia para la física.