Y es que el film no pasa desapercibido para ningún voyageur dans le temps. Para los que no la hayáis visto, os aconsejo dejar de leer y volver a la entrada más tarde, ya que vamos a desgranar su argumento.
El director Denis Villeneuve nos sorprende y fascina con una obra llena de reflexiones en la que unas naves extraterrestres llegan a la Tierra, y los altos mandos militares piden ayuda a una experta lingüista (Amy Adams) para intentar averiguar si los alienígenas vienen en son de paz o suponen una amenaza. Poco a poco la mujer intentará aprender a comunicarse con los extraños invasores, poseedores de un lenguaje propio, para dar con la verdadera y misteriosa razón de la visita extraterrestre. ¿Están de vacaciones?¿Quieren destruir la tierra?
Eric Heisserer, el guionista, plasma en la película la representación del lenguaje de los extraterrestres mediante una imagen circular porque transmite, de algún modo, la idea de que la comunicación y el tiempo son como un lazo, y que no debemos esperar a que las palabras salgan de la boca para completar una frase, o un pensamiento. Los extraterrestres, dibujan en el cielo con una especie de tinta algo así como una conversación circular completa, por lo que aprender a traducir su idioma supone entenderlo todo de golpe.
Una de las escenas que más me gustó es cómo la lingüista justifica su método de aprendizaje de comunicación para llegar a la pregunta: ¿Cuál es vuestro propósito en la Tierra?
Con buen ritmo y un desarrollo preciso, hace que no perdamos el hilo del argumento que mantiene pensamientos sobre que supondría el conocimiento del propio tiempo de forma simultánea. ¿Si pudiésemos conocer de antemano absolutamente todo lo que ocurre a lo largo de nuestra vida, optaríamos por tomar las mismas decisiones, aunque estas nos condujeran a un desenlace doloroso?
Rizando el rizo, ¿puede Louise cambiar su futuro? Se nos da a entender que Louise, al conocer toda su biografía, y en particular lo que va a ocurrir con su hija, elige volver a pasar exactamente por todo lo necesario para que las cosas transcurran “como ya está escrito”. Pero el futuro, por naturaleza, debe ser un ente fluido y susceptible al cambio, porque si tenemos libre albedrío podemos actuar de un modo distinto y, en consecuencia, las cosas ocurrirán de otro modo o, simplemente, no ocurrirán. Tal y como se plantea, parece que todo está predeterminado y que esa versión no puede modificarse.
Curiosamente he encontrado esta definición en Lexinario (Diccionario de lo Inefable de Javier Enríquez Serralde) por casualidad, y que hace una vaga referencia inventada hacia el concepto tratado en la película :
Amalgocronsia: 1. f. Fusión de diferentes tiempos en uno. 2. Acción y efecto de mezclar diferentes posibilidades de futuros con el presente y el pasado. 3. Caos témpico. 4. m. Cronofusión.
En quelque sorte, ¿si aprendo otros idiomas, estaré cambiando mis conexiones neuronales y mi forma de percibir el mundo? たぶん、いくつかの方法で、
Y bien, ¿Si fueras capaz de entender el tiempo de forma simultánea, en qué cambiaría tu vida?
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